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El Maullido del Gato

 

      Aunque muchos os asombréis, el maullido como tal no forma parte de la comunicación natural entre los gatos, o dicho de otro modo: los gatos no maúllan entre ellos, sino que utilizan otros sonidos. Así pues, los gatos solo maúllan con las personas, por lo que supone una novedad surgida de la domesticación que, salvo en muy contadas excepciones, sólo utilizan para comunicarse con nosotros.

Además también los gatos se comunican con nosotros con el ronroneo, bufido, gruñido o incluso llamadas sexuales, aunque esto sí forma parte del vocabulario intraespecífico el cual, aparte de utilizarlo entre ellos, también lo usan con nosotros. 


      Existe lo que podemos llamar un “lenguaje universal”, común entre los humanos y otros animales. Por ejemplo, un tono ronco o grave resulta amenazador, y uno agudo puede solicitar protección, como el llanto de un bebé o la llamada de un cachorro. 


      El maullido tiene una frecuencia alta, en el mismo rango que la infantil humana, a diferencia del bufido o gruñido. También es importante el tiempo que dure el sonido: corto o largo ( como en el caso de la llamada de “soledad” o reclamación de juego). Por ejemplo, el maullido característico de “frío” de los cachorros suele ser más agudo hasta las 4 semanas de vida. El maullido como tal aparecerá más adelante, alrededor de los 3 meses, siendo una modificación de los sonidos infantiles. El ronroneo no se va modificando, al contrario que el resto de sonidos, con el paso a la vida adulta.

 

Infantilizados, pero muy inteligentes: el secreto de la domesticación


      Así pues, ¿los gatos adultos siguen siendo cachorros? hasta cierto punto, sí. Es el fenómeno de la “neotenización” o, lo que es igual, la persistencia de caracteres físicos y conductas infantiles, aspecto que va ligado a la domesticación. Esto permitió en el neolítico al hombre servirse de ciertos animales (vacas, caballos, ovejas, perros, cerdos) que de otra forma serían inmanejables.


      Al convertir a los gatos salvajes en pacíficas mascotas se ha conservado, entre otras conductas infantiles, una versión corregida y mejorada de aquellas llamadas infantiles de socorro: los maullidos.


      ¿Qué quieren los gatos cuando maúllan? Nos maúllan a nosotros y no a otros gatos debido a que desean conseguir cosas de nosotros. Pretenden captar nuestra atención y, una vez captada, obtener comida, o juego, o caricias, o que les abramos la puerta, y son tan inteligentes que aprenden rápidamente maullidos especiales para cada cosa. Por nuestra parte, al convivir con un gato aprendemos en seguida, como todo dueño de gatos sabe, qué quieren exactamente con cada maullido, que tiene variaciones ligeras entre individuos.


      Es asombroso, pero los gatos han conseguido de casualidad, y sin ser el suyo, conectar con nuestro medio de comunicación favorito (el verbal), intentar imitar dentro de sus posibilidades el lenguaje humano y, literalmente, adiestrarnos para que les hagamos caso. ¡Para que luego digan que van a su aire!.

 

 

Imagen: «Siam blue point» de Valerius Geng - Wikimedia Commons - 

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